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inolvidable

jueves, 2 de mayo de 2013


Programa completo

Puede que el domingo pasado no sintieras la garganta seca de rabia, ni como la sangre te hervía de indignación... seguramente es porque no viste el Salvados que Jordi Évole le dedicó al accidente del metro de Valencia. La absurda y surrealista aparición final de Juan Cotino encendió las redes, pero esa solo fue la anécdota del programa. La esencia, el meollo, se destilaba de las declaraciones de los trabajadores del metro y de los familiares de las víctimas:
  • Un accidente evitable en el que fallecen 43 personas y 47 quedan gravemente heridas.
  • Un libro de averías que desaparece. 
  • Un juicio que solo escucha un testimonio y se cierra.
  • Una comisión de investigación en la que la empresa que gestiona el metro contrata a una agencia para que aleccione y coordine a los trabajadores que han de declarar y celebra con una mariscada el fracaso de la misma. 
  • Un gobierno que trató de comprar y silenciar a los familiares de las víctimas ofreciéndoles trabajo.
Tras escuchar todo eso, que al final del programa Cotino se hiciera pasar por su hermano para no hablar con Évole o que se negara patéticamente a responder a las preguntas que le hacía el periodista y sufriera un escrache espontáneo en el mesón del vino, es lo de menos.

La investigación apuntó a un único culpable: el conductor que falleció en el mismo accidente. Ni nuevas medidas de seguridad a tomar, ni dimisiones, ni memoria. A partir de entonces solo el silencio. Un silencio que las familias de las víctimas han tratado de romper cada día 3 de cada mes desde el 3 de julio de 2006, convocando una concentración en la Plaza de la Virgen de Valencia para reclamar al Gobierno valenciano una investigación veraz sobre las causas del accidente y que se asuman las responsabilidades políticas que se derivan de esta tragedia.

Mañana es día 3. Mañana es probable que la plaza esté mucho más concurrida que de costumbre. El olvido se resquebraja a base de esfuerzo y memoria. A ls 19:00 horas nos esperan a todos. Para no olvidar.

Elvira Lindo en el País de ayer:

Crece la indignación desde que el programa Salvados recuperara del olvido el vergonzosamente archivado accidente del metro de Valencia en 2006: 43 víctimas mortales, un número similar de heridos y una clase política que sin escrúpulos forzó que la investigación se cerrara en falso para que esa comunidad que presumía de ser un ejemplo de bonanza para Europa estuviera libre de toda sombra. Crece la indignación y me sumo. Cómo no sumarse: yo también sentí, como cualquiera que vio el programa, ese calor interior que produce la rabia. Pero no escribo aquí para expresar un sentimiento tan común hoy que ya se ha convertido en clamor, y que ha de forzar la reapertura del caso; lo que desearía confesar es algo que ha de hacerse individualmente, sin que de nada sirva refugiarse en las reivindicaciones colectivas: yo también olvidé a esa pobre gente que pedía justicia ante el mayor accidente de metro jamás habido en España. La hermana de una víctima lo expresaba de manera mucho más precisa: si este accidente hubiera tenido lugar en estos dos últimos años los ciudadanos hubieran exigido más responsabilidades que en aquel 2006. Cierto. Los ciudadanos, usted, o yo, que tengo esta columna en la que puedo hacer algo más que dar cuenta de mi furia cada semana.

Lamento el olvido. De acuerdo que es fácil pasar por alto un hecho cuando la clase política enmascara la verdad y el periodismo no la cuenta, pero eso no disculpa la desatención. No es cuestión de darse golpes de pecho, sí de reconocer que no se está siempre a la altura. Como tampoco lo están aquellos que votan reiteradamente a los que gobiernan como caciques. Pero cunde ahora una especie de rechazo a nombrar la responsabilidad ciudadana. Por eso no tengo la intención de aliviar mi error compartiéndolo con nadie, solo quiero expresar mi personal e inaceptable olvido.



Mañana viernes 3 de mayo, a las 19:00 horas en la plaza de la Viergen de Valencia. Evento facebook.

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