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nada que decir

viernes, 18 de enero de 2013


Si esperáis una entrada sobre el caso Bárcenas, los sobres con dinero negro a los dirigentes del PP, las cuentas en suiza, etc... esperad sentados. No tenemos ni capacidad ni ganas. No tenemos nada que decir. Buscad en el Mundo, el País o el diario.es. Hay que reconocer los propios límites, no somos capaces de emitir un juicio sensato sobre una organización que, teniendo el voto de alrededor de 10 millones de españoles, engrasa una maquinaria masiva de cobros de comisiones, favores, trapicheos, chantajes... que son capaces de generar 22 millones de euros en una cuenta en Suiza (una de tres, todavía no encontradas) ¡sin que nadie los eche en falta! Esos 22 millones de euros, son las migajas, lo que Bárcenas pudo escaquear, lo que se le quedaba entre las manos tras repartir los sobres con dinero negro procedente de constructoras y otras 'donaciones'. Esos 22 millones de euros son solo la punta de un gran iceberg que nos han robado entre todos. No tenemos nada que decir.

Bárcenas (que sigue teniendo coche oficial del partido, despacho y secretaria en la sede del PP) no tenía ningún cargo ejecutivo, es decir, no firmaba obras, manejaba presupuestos municipales o autonómicos, no entregaba proyectos... así que cada comisión que pasaba por sus manos necesitaba cómplices en los gobiernos de turno: cargos electos, asesores... que otorgara las obras a las personas adecuadas. La máquina estaba perfectamente engrasada y como sabemos, para esas máquinas, no hay mejor grasa que el dinero. Si es nuestro, mucho mejor. No tenemos nada que decir.

El Mundo ha destapado una noticia bomba que estaba a punto de caer, pues el caso judicial avanzaba viento en popa. Bárcenas tenía la sartén por el mango, mucha información y muchas ganas de contarla. Sin embargo, como explica Ignacio Escolar, la noticia deja limpios de polvo y paja a los actuales líderes, que quedan como auténticos paladines contra la corrupción. Se señala a toda una serie de dirigentes que ya no están en el partido y se exculpa a Rajoy y Cospedal. Cosas de la vida, mire usted. También es bonito de ver como Esperanza Aguirre, que se bajó del barco 4 meses antes, clama hoy que "la justicia debe llamar a declarar a quien sea, caiga quien caiga." Cuesta creer que desconociera los detalles de la maquinaria que ella misma manejaba. No tenemos nada que decir.

La maquinaria era perfecta, siempre que hubiera grasa para todos. PP, PSOE, CiU... en los últimos meses todos se han visto salpicados por la corrupción. Quizás con la crisis se quedaron sin grasa y los engranajes empezaron a fallar. Ahora es tiempo de hienas destrozando la carne podrida de lo que pudo ser un buen sistema democrático. Al ver la cara de un político en la televisión solo sentimos un profundo y sincero asco. Un asco constante, indeterminado, inagotable. Un asco que nos genera cierto sentido de culpa, porque nosotros sí creemos en la Política, creemos en la gestión para la mejora de la vida de los ciudadanos, incluso creemos que hay políticos honrados que no se merecen esto, pero incluso ellos con su silencio, han colaborado al hundimiento del sistema. No tenemos nada que decir.

Para decir que estamos hartos, acojonados, sombrados, asqueados, enervados, acobardados... y que el sistema democrático español que ha permitido, tolerado y colaborado con la corrupción necesita ser depurado, modernizado y mejorado, no necesitamos una entrada porque no tenemos nada que decir.

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