Etiquetas

aeropuerto (9) arquitectura (13) arte (34) blogs and shops (21) camisetas (14) canal 9 (12) cine (27) comic (2) fib (9) fotografía (46) historia (26) humor (15) literatura (4) magdalena (15) movimiento 15M (27) mundo (29) Música (44) noche (14) Opinión (136) pegatinas (13) política (3) prensa (21) rototom (4) ruta alternativa (36) se mueven (28) sostenibilidad (20) Street Art (56) tanned tin (6) teatro (8) urbanismo (3) video (23)

blancos, negros y grises

martes, 3 de abril de 2012



No tengo ni idea de si el autor del stencil que hemos visto en la calle Santa Cristina en Vila-Real conocía la foto o no. Parece un homenaje, pero no podemos confirmarlo. El stencil tiene pocos matices, quizás nos faltaría saber si es el capitalismo el que hace que nos disparemos en la cabeza entre nosotros, o somos nosotros los que hemos de disparar en la cabeza al capitalismo, o si es el capitalismo el que nos dispara en la cabeza a nosotros; lo que queda claro es que "capitalismo=disparo en la cabeza".

La fotografía tampoco parece que tenga muchos matices. Es una de las más famosas de la guerra del Vietnam y le valió a su autor Eddie Adams el premio Pulitzer en 1969. En ella, el jefe de la policía survietnamita, el general Nguyễn Ngọc Loan ejecuta (asesina) a sangre fría a Nguyễn Văn Lém, capitán del Frente Nacional de Liberación, más conocido como Vietcong. Si alguien quiere ver la secuencia en vídeo puede clickar aquí, pero no es muy agradable.

La fotografía emite un juicio claro: el verdugo nos da la espalda y un medio escorzo del que a penas logramos captar una actitud impasible y burocrática. La víctima, atada de manos e indefensa, nos da la cara, contraída por el miedo y el impacto de la bala. Hay un bueno y un malo. Hay un blanco y un negro, pero la verdad se esconde en los infinitos tonos de grises.

Un par de días antes el Vietcong se había saltado un alto el fuego que respetaba el nuevo año vietnamita. En la conocida como "Ofensiva del Tet" el ejército comunista consiguió entrar en Saigón y ocupar una gran extensión de terreno que estaba en manos de survietnamitas y norteamericanos. Nguyễn Văn Lém fue detenido junto a una fosa común con 34 cuerpos, en su mayoría policías y militares compañeros del general. Nada más disparar, Ngoc Loan se dirigió hacia el cámara y le dijo: “Estos hombres matan a mucha gente de nuestro pueblo y creo que Buda me perdonará”.

No está demostrado que Buda le perdonara, pero está confirmado que los americanos no lo hicieron. La ofensiva del Tet fue un completo desastre militar para los norvietnamitas, que perdieron entre 37000 y 50000 hombres además de todo el territorio conseguido durante el ataque, pero esta derrota militar se convirtió en una victoria política. La opinión pública norteamericana no pudo asumir las más de 1000 bajas de sus soldados y además comprendieron que después de 3 años de guerra, el Vietcong podía llegar hasta la misma Saigón en un solo día. Además, la fotografía de Adams fue portada en el New York Times y un icono antibelicista, formando parte de la concienciación del pueblo americano contra la guerra: si a plena luz del día y con cámaras se ejecutaba así a un prisionero de guerra ¿qué sucedería en una celda?

Eddie Adams, con el Pulitzer, se convirtió en uno de los más prestigiosos fotoperiodistas del mundo, sin embargo, la verdad sobre el fotógrafo vuelve a anidar en la gama de los grises, pues él siempre lamentó la interpretación que se le dio a la fotografía y la condena del general. Sin justificar a Loan, se alejaba de juicios de valor de trazo grueso pues sabía que el ejecutado había asesinado a una amigo de Loan, a sus esposa y a sus seis hijos entre otros. En una entrevista en la revista Time declaró: “El general mató a un Vietcong con la pistola. Yo maté al general con mi cámara fotográfica. La fotografía es el arma más poderosa del mundo. La gente se las cree, pero las fotos mienten, incluso sin ser manipuladas. Sólo son medias verdades. [...] Este tipo es un héroe. Combatía en nuestra guerra, por su pueblo. Había ayudado a construir un hospital en Saigón. Acababa de asistir a la masacre de varios de sus compañeros". El fotógrafo llegó a pedir varias veces perdón al general Loan y a su familia por el daño que su fotografía le había causado, pues cayó en desgracia ante los norteamericanos y al poco fue cesado. Años después, Adams visitó a Loan y el ex general le dijo: "Usted estaba haciendo su trabajo y yo, el mío".

En una semana en la que murieron decenas de miles de hombres, mujeres y niños de las maneras más atroces, solo una muerte conmocionó al mundo, condicionó el desarrollo de la guerra y pasó a la historia, por el mero hecho de llegar a nuestras casas en la portada de nuestros periódicos. Quizás no estamos hechos para las gamas de infinitos grises y necesitamos aferrarnos a los blancos o a los negros, como el stencil de arriba. Si hay que aferrarse a una absurda certeza para sobrevivir, la nuestra es esta:





0 comentarios:

Publicar un comentario